las cenizas volaban de aquí para alla.
una de ellas cayó sobre mi ojo.
demonios! pensé, es mínima la posibilidad que haya caído justo en mi ojo.
demonios! que mala suerte
la noche continuó. el sonido de las nubes
rozando el espacio.
el fuego crecía de tal manera
todo estaba escrito.
cada una de estas palabras ha sido escrita ya
el fondo del pensamiento consiste en una serie de coincidencias
que no podemos entender
tal vez no queremos entender
el humo frente a mis ojos
forma una espiral
gira cada vez mas cerca
y cierra de una vez su hilo
la culpa, ya no es de nadie
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